Con el tiempo la importancia que popularmente se le dio a la espada Excalibur superaría a la de su vaina, a pesar de lo que encontramos escrito, por ejemplo, en la versión tardía de Malory (25, I):
Entonces sir Arturo miró su espada, y le agradó mucho.
—¿Qué os gusta más —dijo Merlín—, la espada o la vaina?
—Me gusta más la espada —dijo Arturo.
—Pues andáis desencaminado —dijo Merlín—, porque la vaina vale por diez espadas; pues mientras tengáis la vaina con vos, no perderéis sangre ni seréis herido gravemente; así que guardad bien la vaina siempre con vos.
Excalibur [Caliburnus, Escalibor] no debe confundirse con la espada que Arturo, casi de forma accidental, saca de la piedra para demostrar su derecho al trono, a pesar de que en algunas versiones ambas se consideren una y la misma. Tanto la Post-Vulgata como, posteriormente, Malory, nos sacan del error.
En Perceval, Chrétien de Troyes se la endosa a Galván [Gauvain, Gawain], y dice de ella:
La mejor espada que existió, que taja el hierro como madera.
También según la tradición que se consulte el nombre tiene un significado u otro. Desde el hebreo «que rompe el hierro, el acero y la madera», hasta la raíz latina (chalybs=acero), a la que recurrió Godofredo de Monmouth para llamarla Caliburnus en su Historia de los reyes de Bretaña, obra de la que hablaré en otra ocasión.
A mí de pequeño —creo que Los hechos del rey Arturo y sus nobles caballeros fue la primera versión que leí del ciclo artúrico— me gustó la interpretación de John Steinbeck, quien creo recordar traducía su nombre como «hecha de piedra».
En otra entrada traduje un pasaje de una de las muchas versiones que se han escrito de la leyenda artúrica que describía la escena en que Arturo, herido de muerte tras la batalla de Salesbieres [Salisbury] que lo enfrenta a su hijo incestuoso Mordred [Mordret], pide a Beduier [Bedivere], que devuelva la espada a la dama del lago.
Otra referencia interna la encontraréis en la ilustración que encabeza el espacio dedicado a Aubrey Beardsley.
Giflete [Girflet] es quien se encarga de la labor en otras versiones, y en la película Excalibur, de John Boorman, la tarea recae sobre Perceval, tal como vemos en el video que incluyo a continuación, y que lamentablemente sólo recoge parte de las idas y venidas, de las dudas del caballero.
Ojo que es el final de la película (lo digo para quienes queráis verla entera y no tengáis ni flores de cómo acaba):